Leo "El delantero centro fue asesinado al atardecer” de Manuel Vázquez Montalbán y me encuentro con la máxima que su alter ego Pepe Carvalho defiende a capa y espada sobre la relación entre la cultura y la gastronomía:
"—Explíqueme la relación que hay entre la gastronomía y la psicología social.
—El hombre es un caníbal.
—Empezamos bien.
—Mata para alimentarse y luego llama a la cultura en su auxilio para que le brinde coartadas éticas y estéticas. El hombre primitivo comía carne cruda, plantas crudas. Mataba y comía. Era sincero. Luego se inventó el roux y la bechamel. Ahí entra la cultura. Enmascarar cadáveres para comérselos con la ética y la estética a salvo.
—¿Es usted crudívoro?
—No. Todo mi desprecio por la cultura en general como máscara la aparco cuando se trata de comida. La única máscara que acepto de buen grado es la de la cocina,
—¿Y el sexo?
—El sexo con máscara es estúpido y nocivo”
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