El tiempo es un canalla de Jennifer Egan es una novela que presenta una serie de historias fragmentarias que convergen en un mismo eje temático: el paso del tiempo. La estructura recuerda en cierto modo a Los detectives salvajes de Roberto Bolaño, aunque sin tanta dispersión y complejidad, también sin otro hilo conductor que el de la vida de sus personajes. En la novela del escritor chileno, la trama gira en torno a Ulises Lima y Arturo Belano y su misión de encontrar a la poeta perdida Cesárea Tinajero, narrado a través de terceros. En la novela de Jennifer Egan el argumento gira en torno a dos personajes: Bennie Salazar, un productor musical de éxito, y Sasha, su ayudante. En este caso, la misión, si es hay alguna, es la búsqueda de sus respectivos caminos vitales, el sitio desde el que mirar hacia atrás para hacer balance. También encontramos a estos dos personajes en la vida de terceros, quienes a su vez relatan su propia historia: Scotty, prometedor guitarrista que acaba pescando en el Hudson para comer; Rob y Drew, dos amigos enamorados de Sasha; Ted, el tío de Sasha que la busca en Nápoles (uno de los capítulos que más me han gustado); Stephanie, la perfecta esposa de Bennie, y Jules, el hermano de ésta, periodista condenado por abusar de una joven estrella del cine; Alison, hija de Sacha y Drew, que trata de averiguar ese pasado de sus padres del que tan poco hablan, Linconl, el hermano de Alison, niño autista que colecciona canciones que contienen pausas, como Roxanne…
Egan, igual que Bolaño en Los detectives, rompe la línea cronológica, salta en el tiempo, nos sitúa en diferentes momentos de la vida de los personajes, desde los años setenta hasta 2020 (la novela se publicó en 2010). También rompe la unidad espacial, situando las historias en distintos lugares, como San Francisco, Nápoles, Nueva York, Kenia o el desierto de California.
Cada capítulo son los retazos de una generación que se va haciendo mayor. Unos no se alejan de lo que una vez soñaron que serían sus vidas. Otros olvidan lo que habían soñado y se pierden por el camino. En unos el tiempo es más canalla que en otros, pero en todos hace mella.
Jeniffer Egan también cambia de registro y de narrador en cada capítulo (en total son trece), incluyendo uno de los capítulos más originales que he leído nunca: el narrado por Alison, la hija de doce años de Sasha, que escribe un diario maravilloso en forma de mapas conceptuales.
Me hice con El tiempo es un canalla tras de leer la entusiasta reseña que hizo Gerardo en su blog Varado en la llanura.
Me ha gustado. He disfrutado leyendo a Jennifer Egan.
Traducción de Carles Andreu
The Police. Roxanne
Pues me alegro mucho de que me lo hayas recordado porque ya me llemó la atención en la reseña de Gerardo, pero había quedado escondido en mi lista de pendientes. Lo desempolvo rápidamente.
ResponderEliminarMe gustó mucho en su día "Los detectives salvajes", aunque recuerdo que sí que fue una lectura compleja. me gustan los saltos en el tiempo y en el espacio y será curioso ver cómo se preveía el año 2020 desde 2010. A ver si esta vez le llega su turno.
Un beso.
Yo también lo tenía con una capa de polvo tras un año en el estante, pero fue uno de los elegidos para laa lecturas de verano. “Los detectives salvajes” está en otro nivel y requiere una lectura más implicada. El libro de Egan se lee más fácil pero tampoco te puedes despistar demasiado. Fíjate que yo le tenía cierto reparo al capítulo escrito en power point y es fantástico. Lo disfrutarás seguro.
EliminarUn beso.
Bolaño era un polígrafo y un gran narrador de cuentos. Sumo sugerencia a la tuya, recomiendo "LLamadas telefónicas".
ResponderEliminarNo he leído a Egan pero por vuestro entusiasmo no tardaré en hacerlo. Gracias por compartir.
Un saludo.
No los he leído todos pero tengo en casa sus tres libros de relatos, entre ellos “Llamadas telefónicas”. Recuerdo que en uno aparece Arturo Belano, trasunto del autor y protagonista de “Los detectives”. Lo leí tras “Los detectives” y me encantó encontrarlo de nuevo.
EliminarBolaño era un tipo muy inteligente y un escritor nato.
Sólo he leído este libro de Jennifer Egan. Tiene seis publicados y tan solo dos traducidos. El segundo se publicó el año pasado y se titula “Manhattan Beach”. No lo he leído pero tengo ganas de ver si ha seguido la linea de “El tiempo es un canalla”. Es una escritora a tener muy en cuenta.
Un abrazo.
Gracias por la mención, Juan Carlos. Es una novela original que toca muchos temas, me alegro que te haya gustado. Ganas me dan de una relectura. A mí también me encantó ese capítulo hecho con PowerPoint, mira que utilizo el formato en clase y nunca había imaginado su potencial literario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Gerardo, al principio veía ese capítulo en formato de PowerPoint y tenía mis dudas pero es buenísimo, como toda la novela. Ha sido una de mis mejores lecturas del verano. De hecho me acabo de comprar “Manhattan Beach”, la siguiente novela que publicó Jennifer Egan, y me voy a poner con ella enseguida.
EliminarUn abrazo.
Lo que es este mundo de los blogs literarios. Acabo de leer la novela porque llamó mucho mi atención la reseña que de ella hizo no llega al mes en su blog. Ha sido después de leerla y ver su originalidad que me he dicho voy a leer de nuevo lo que Rosa dijo de ella en su reseña. Y allí he encontrado las menciones que hace a tu blog y al de Gerardo que por lo que veo sois los responsables de ese hilo que de Gerardo llegó a ti y de ti a Rosa y de ella a mí. ¡Magnífico, me encanta constatar que esto que hacemos escribiendo reseñas no va a parar siempre a la papelera.
ResponderEliminarYo mañana pienso ponerme con la reseña. Espero no liarme mucho porque la novela si te pones a ello te puede hacer escribir mucho. Pero no, procuraré ser breve y espero que claro porque te confieso que en algún momento esta chica Egan me ha despistado bastante.
Un fuerte abrazo, JCarlos
Hola Juan Carlos, Gerardo puso en movimiento esta novela, y mira por tú dónde que sigue rodando más de un año después. Es estupendo.
EliminarEs una novela que despista un poco porque no tiene un hilo conductor claro, que más parece un libro de relatos cruzados que una novela, pero creo que ahí está la clave del éxito (y del premio). Precisamente yo acabo de leer la siguiente novela de la autora titulada “Manhattan Beach” y es más clásica en este sentido.
Estoy deseando leer tu reseña .
Un fuerte abrazo, tocayo.