jueves, 28 de febrero de 2019

"La Tribuna", de Emilia Pardo Bazán




Sigo buceando en las profundidades del pasado en busca de obras maestras y me encuentro con una que me ha deslumbrado, tanto por la prosa de su autora como por el tema de la novela. Hace tiempo que tenía ganas de acercarme a Emilia Pardo Bazán, de hecho Los pazos de Ulloa es un libro que forma parte de mi biblioteca desde hace años. Sin embargo, mi acercamiento a la escritora gallega ha llegado a través de una novela titulada La Tribuna.

La Tribuna se publicó en 1883. Emilia Pardo Bazán tenía 32 años y esta era su segunda novela. Por entonces, España vivía un periodo de relativa estabilidad, derivada del sistema político de la Restauración ideado por Cánovas del Castillo y encarnado en Alfonso XII, que se basaba en el turno pacífico de partidos a través de un mecanismo que convertía el fraude electoral en la norma de funcionamiento del sistema. Por esas fechas, la industrialización era una realidad en algunas ciudades españolas como Bilbao o Barcelona, y con ella, el surgimiento de un proletariado explotado y empobrecido que acogió de buen grado las ideas del movimiento obrero surgidas en Europa en su forma socialista y anarquista. Y como no podía ser de otro modo, la literatura también era un reflejo  de los nuevos tiempos con el surgimiento de corrientes como el Realismo (fotografía de la burguesía triunfante) o el Naturalismo (pintura de la penuria de la clase trabajadora y de su lucha) que también tuvieron su eco en España. Émile Zola fue el padre de esta última corriente, y Emilia Pardo Bazán seguidora de sus pasos. De hecho, La Tribuna es la primera novela de esta corriente literaria publicada en nuestro país. Germinal, una de las obras más conocidas de Zola se publicó en 1885, dos años después. La alumna superando al maestro.



La Tribuna nos muestra la historia de Amparo, una joven de clase trabajadora que vive en una ficticia ciudad de provincias llamada Marineda, una fantópolis (palabra maravillosa que encuentro en la Introducción de Benito Varela Jácome) en la que se adivina La Coruña, ciudad natal de la autora. La trama de la novela  se sitúa en un periodo anterior, convulso y esperanzado de la Historia de España, el Sexenio Democrático (1868-1874), y avanza al mismo tiempo que los acontecimientos. Aunque  estos no tienen repercusión directa en los protagonistas, hay un paralelismo evidente.

La novela está narrada en tercera persona y se estructura en treinta y ocho capítulos cortos. Los primeros, nos acercan a los personajes protagonistas. Amparo, hija de un barquillero pobre y de una cigarrera enferma, es la gran protagonista. Ella es la Tribuna (de la plebe), sobrenombre con que la llaman debido a sus intervenciones políticas en la fábrica en defensa de la República y de los derechos de los trabajadores. La belleza de Amparo pronto llama la atención de Baltasar, un joven militar perteneciente a la familia burguesa de los Sobrado. Salta el amor, pero no es un amor romántico, ni mucho menos, pero suficiente para convertirse en el tema que articula la novela. En mi opinión, es la excusa de de Pardo Bazán para hacer un retrato realista de la vida cotidiana de la clase trabajadora y en menor medida, de la clase burguesa. A través de Amparo nos introduce en el ambiente de los barrios obreros y de la fábrica de tabaco en la que comienza a trabajar, el cual es retratado en toda su crudeza (pero con simpatía, sobre todo el mundo de las mujeres trabajadoras). El otro lado del espejo está ocupado por la vivienda de la familia burguesa de Baltasar, espacio que no sale tan bien parado a pesar de ser el que la autora vivió. Son dos mundos separados que Amparo pretende cruzar a partir del convencimiento de que la sociedad transita un camino en el que las desigualdades sociales son cosas del pasado. La idealista Amparo es una mujer adelantada a su tiempo. Es republicana y socialista (con cierto matiz católico) que defiende ideas feministas. A lo largo de la novela defiende la actividad laboral de las mujeres como base de su independencia, defiende la paridad con el hombre respecto a la honra, y reivindica el activismo político de las mujeres. Conviene recordar que ninguna de las Constituciones españolas aprobadas durante el siglo XIX, ni siquiera  la de 1869, recogía el voto femenino. En este sentido, Baltasar es su antagonista.

 El contexto histórico va delimitando el escenario a lo largo de la novela, bien a través del narrador, bien a través de los personajes que lo mencionan. La primera referencia a los acontecimientos políticos aparecen en al capítulo IX. Han transcurrido dos o tres años desde que se presentara a los personajes y espacios de la novela. Es el momento de la acción política y narrativa.
La Gloriosa de 1868 empuja a la reina Isabel II al exilio. Amparo, convertida en una joven belleza, empieza a trabajar en la fábrica de tabaco. Baltasar trata de cortejarla. Sin embargo, Amparo, para defender su honra y su dignidad, se resiste hasta que Baltasar le jura matrimonio. A partir de ahí la novela se recrea en los acontecimientos familiares (muerte del padre de Amparo y cambio de domicilio junto la madre) y sobre todo en los laborales (fiestas y celebraciones, crisis económica, huelga y protestas en la fábrica, debates entre las trabajadoras) que se mezclan con los avatares políticos (la elección de Amadeo, el asesinato de de Prim, la Tercera Guerra Carlista, las protestas republicanas). Hasta que llega el desenlace final. ¿Desaparecerán las desigualdades como anhela Amparo?¿Baltasar cumplirá su promesa?¿Serán felices y comerán perdices?

No creo desvelar nada importante si avanzo las últimas palabras la novela:

—¡Viva la República federal!

Imprescindible.





 Pinturas de Darío de Regoyos. 
1.- Mercado de Villafranca de Oria. 1909.
2.-Lumiere Electrique. 1901.
3.- La huelga en Béjar. 







2 comentarios:

  1. Leí varias novelas de Pardo Bazán hace ya muchos años: "Los pazos de Ulloa", "Insolación", "Madre naturaleza", "La piedra angula", pero de "La Tribuna", ni había oído hablar. Tomo nota, parece muy interesante por la trama y por la ambientación.
    Por cierto, has cambiado un número, creo que "La Gloriosa" fue en 1868, no en 1968.
    Un beso.

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    1. Jeje, tienes razón. Asunto arreglado. Antes de publicar una entrada intento corregir los errores. Lo más extraño es que una vez publicada es cuando los encuentro por todas partes. La fecha se me había pasado y eso que he puesto varias.
      Yo no conocía tampoco “La Tribuna” y me ha parecido una novela de mucho nivel.
      Un abrazo.

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