miércoles, 18 de agosto de 2021

"La librería", de Penelope Fitzgerald



«—¿Por qué cree que abrir una librería es inverosímil?—le gritó al viento— ¿La gente en Hardborough no quiere comprar libros?                                                                                                                                        —Han perdido el deseo por las cosas raras—dijo Raven mientras seguía limando—[…] Y no me diga usted que los libros no constituyen una rareza en sí mismos». (p.21)

Penélope Fitzgerald publicó La librería en 1978. Fue una escritora que comenzó a escribir cuando estaba cerca de los sesenta. Le dio tiempo a escribir ocho novelas y a conocer el éxito. Fue finalista del Booker Prize con La librería y lo ganaría al año siguiente con A la deriva. Señala Terence Dooley, su yerno y albacea, en el posfacio: «Qué extraña y maravillosa ironía supone que los dos libros que Penelope escribió para exorcizar en parte los fracasos de su época de madurez, La librería y A la deriva, finalmente la pusieran en el camino hacia el éxito, hacia el estrellato literario»

La librería es una novela con tintes autobiográficos que rememora la época en la que la escritora trabajó durante tres años en la librería de un pequeño pueblo costero del este de Inglaterra. Pero es fundamentalmente una historia de ficción inspirada en El cura de Tours, de Balzac, obra que recrea las intrigas de una población pequeña y la mezquindad de sus habitantes basada en la lucha de clases y el poder de las influencias. En la novela de Balzac, la malvada señora Gamard deja al pobre cura sin casa y sin su biblioteca. Aquí están las líneas maestras de La librería.

Corre el año 1959 cuando Florence Green decide abrir una librería en un pequeño y ficticio pueblo de la costa británica del Mar del Norte llamado Hardboroug. Cumple con el sueño romántico de muchos de los amantes de los libros.—¿Quién no ha tenido alguna vez este sueño descabellado?— Sin embargo, no lo tendrá fácil. La todopoderosa señora Gamart (nótese la leve diferencia con la malvada de Balzac) se empeñará en hacerle la vida imposible por un estúpido capricho. 

Se suele decir que una novela llega donde no llega una película. Y suele ser cierto, salvo en contadas ocasiones. Creo que La librería es una de ellas. La adaptación cinematográfica de Isabel Coixet es bastante fiel, aunque con algunas licencias que, en mi opinión, mejoran la historia. Incluso diría que Coixet llega con el personaje de Florence Green donde no llega Fitzgerald. Digamos que la hace más humana, con una Emily Mortimer que lo borda. Esto se deja entrever en su relación con la niña que le ayuda en la librería y sobre todo con el señor Brundish. En la novela, Florence Green apenas deja notar su amor por los libros, y la librería es exclusivamente un negocio como otro cualquiera. «Yo soy solo una comerciante», dice. En la película se aprecia ese sueño que antes mencionaba y el amor por los libros de Florence Green. Tampoco se vislumbra en la novela esa relación especial, casi amorosa, que surge con el señor Brundish, el viejo ermitaño que vive aislado rodeado de libros. En la novela aparece Lolita de Nabokov como libro clave de la historia, pero no menciona Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, ni Florence Green llora sobre las páginas de El vino del estío tras la muerte del señor Brundish, en una de las escenas memorables de la película. El homenaje de Coixet a Bradbury es todo un acierto que refuerza la pasión de los protagonistas por los libros. Incluso el final es diferente. Es más novelesco el de la película que el del libro, por la justicia divina que desprende. 

La sensación que me deja la novela es que es austera, tanto en el tono como en el lenguaje. Demasiado fría, demasiado inglesa. Tal vez demasiado realista. Mientras que la película de Isabel Coixet introduce el punto romántico, con los personajes más contrastados, que creo que hace la historia más redonda.  No sé si mi opinión sería la misma si hubiese leído el libro antes de ver la película. Tal vez la crítica iría hacia Isabel Coixet por tomarse tantas licencias. El caso es que no fue así. Y entre el el libro y la película, aunque el libro tiene un buen rato de lectura, me quedo con la película. 

                                                   

Traducción de Ana Bustelo

6 comentarios:

  1. Es asombroso, pero hemos sacado exactamente la misma impresión de novela y película. Puedes leer mi reseña. Juro que no la actualizo desde que la publiqué.
    Sí que después encontré alguna reseña que coincidía conmigo en decir que la novela no le había parecido para tanto, pero la coincidencia contigo es impresionante.
    Un beso.

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    1. Hola Rosa, es verdad que la coincidencia es total. Yo pensaba que era porque había visto antes la película y ya estaba condicionado. En la lectura todos los personajes ya tenían el rostro, y lo cierto es que les faltaba chispa. He vuelto a leer tu reseña y he visto que en tu caso la leíste antes de ver la película y llegaste a la misma conclusión. Se me cae el mito de que una novela siempre es mejor que su adaptación al cine. Seguramente habrá muchos más casos.
      Un abrazo.

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  2. ¡Hola Juan Carlos!
    Pues yo te digo lo mismo que Rosa, que es asombroso haber sacado la misma impresión (puedes leer mi reseña de la novela que hice antes de ver la peli, en la que le pongo en el título del libro la coletilla de "mucho ruido y pocas nueces"). La novela no es que no me gustara, pero me decepcionó bastante respecto a lo que esperaba. De hecho me sentía un bicho raro porque por aquella época solo se hablaban maravillas y a mi no me pareció para tanto. Los personajes me parecieron muy insulsos, muy superficiales, no me trasmitieron gran cosa. Fíjate que sin ver la peli ya presentía que me iba a gustar más y así fue
    Me alegra haber coincidido contigo
    Besos

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    1. Hola Marian, en su día también leí buenas críticas, pero fíjate que no conocí la novela hasta después de ver la película. No recordaba que tanto a Rosa como a ti no os había parecido para tanto la novela. La película me gustó tanto que me propuse leerla más adelante. Lo curioso es que llego a la misma conclusión que vosotras. Mucho ruido y pocas nueces, efectivamente.
      Un beso.

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  3. Hola, Juan Carlos. Estoy echando un vistazo a tus lecturas veraniegas, muy variadas. La librería tuvo mucho bombo en su día, pero no llegó a atraerme. Lo que has contado de la película de Coixet si, en general suelo conectar con la directora, la buscaré.
    Saludos.

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    1. Hola Gerardo, ha habido un poco de todo este verano, lo que iba cayendo. La película de Coixet es buena, creo que mejor que la novela, al menos la disfruté más. Espero no habértela destripado demasiado. De cualquier manera, merece la pena verla. A mí también me suele gustar el cine de Isabel Coixet, aunque también tiene algún que otro pufo. Por ejemplo, me encantó "Nadie quiere la noche", sin embargo, con "Nieva en Benidorm" no sé dónde quería ir a parar.
      Me alegro de verte por aquí. Espero que hayas tenido un buen verano.
      Un abrazo.

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