«Jenny Fields, la madre
de Garp, fue arrestada en Boston en 1942, por herir a un hombre en el cine. El
hecho ocurrió poco después del bombardeo de Pearl Harbour. Entonces la gente se
mostraba tolerante con los soldados, porque, de pronto, todos eran soldados,
pero Jenny Fields seguía firme en su intolerancia respecto al comportamiento de
los hombres en general y de los soldados en particular. En el cine tuvo que cambiar
tres veces de asiento, pero en todas ocasiones el soldado volvió a cercarse a
ella, hasta que quedó sentada contra la mohosa pared, detrás de una columna que
apenas permitía ver el noticiario y decidió que no volverá a levantarse y
cambiar de sitio. El soldado apareció a su lado una vez más».
Así comienza El mundo según Garp de John Irving, una novela que no se
detiene ni un segundo en elucubraciones existenciales. Es rápida, divertida e
inteligente. Repleta de giros inesperados, se hace corta a pesar de sus
quinientas páginas.
Desde la primera línea,
los personajes van creciendo hasta formar parte de un todo con vida propia.
Jenny, Garp, Helen, Duncan, Walt, Roberta, y multitud de personajes y de
situaciones, muchas veces disparatadas, recorren la novela cuyo trasfondo es la
creación literaria. Jenny Fields se hace célebre gracias a la publicación de su
autobiografía; su hijo Garp logra escribir un relato y tres novelas, una de las
cuales, precisamente la peor, lo hace rico y famoso. Helen es profesora de
literatura y lectora insaciable…
La lucha de una madre soltera
por sobrevivir en los Estados Unidos de la segunda posguerra mundial, el amor,
la lealtad o el paso de la adolescencia al mundo adulto son algunos de los
temas de la novela. Sin embargo, en mi opinión, el tema fundamental es el
trabajo del escritor que recorre de manera transversal toda la narración. Irving
se atreve a incluir el primer relato de Garp, que a la postre será su mejor
obra. Lo mismo hace con el primer capítulo de la novela que lo hará célebre. De
manera que el lector puede observar los elementos biográficos que Garp
transforma en ficción. Podríamos pensar que John Irving hace lo propio con sus
novelas. El narrador, en tercera persona, hace las veces de crítico literario
con los relatos que que escriben sus propios personajes, convirtiendo El mundo según Garp en una especie de
manual de escritura creativa.
«La historia de una
ciudad es como la historia de una familia: hay intimidad e incluso afecto, pero
finalmente la muerte separa a todos de cada uno de los demás. Sólo la
intensidad de la memoria mantiene al muerto vivo para siempre; la tarea del
escritor consiste en imaginarlo todo de un modo tan personal que la ficción es
vivida como nuestros recuerdos reales» (p.146)
«Aunque Jenny Field se
sentaba todos los días ante la máquina de escribir, no sabía cómo hacerlo.
Aunque escribía—físicamente—, no disfrutaba leyendo lo que había escrito.
Trataba de recordar las cosas buenas que había leído y de saber en qué se
diferenciaban de su primer intento de borrador. Ella había empezado
sencillamente, por el principio, «Nací», etcétera. «Mis padres quería que
siguiera en Wellesley, pero…». Y por supuesto; «Decidí que quería tener un hijo
mío y finalmente lo logré de la siguiente forma…». Pero Jenny había leído
novelas lo bastante buenas para saber que la suya “no sonaba” como las buenas
novelas de su memoria. Se preguntó qué andaba mal y a menudo enviaba a Garp de
compras a las pocas librerías que vendían libros en inglés. Quería estudiar más
atentamente los comienzos de los libros; en poco tiempo escribió más de
trescientas páginas mecanografiadas, pero sintió que su libro todavía no había
empezado» (p. 108).
El mundo según Garp de John
Irving es un libro que, si estás al borde del divorcio por culpa de Joyce, te reconcilia con la lectura.
Traducción de Iris Menéndez
Van Morrison. Brown eyed girl
He leído casi todas las novelas de John Irving. Me queda alguna de las primeras. Me parece un escritor excepcional.
ResponderEliminarCuriosamente, lo conocí antes como guionista con su maravilloso y oscarizado guión para "Las normas de la casa de la sidra" basada en su novela "Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra".
Lo primero que le leí fue "Una mujer difícil" y entre una cosa y otra, me enamoré del autor y hasta hoy. "El mundo según Garp" es una de sus novelas mejores, pero yo me quedo con "Última noche en Twister River". Para mí es una novela mágica.
Me ha encantado leer tu reseña pues la novela le leí hace muchos años y recordaba casi solo lo mucho que me había gustado.
Un beso.
Hola Rosa, estoy contigo en que es un escritor extraordinario.
EliminarDi con él de pura casualidad, y sin referencias previas, comencé a leer "Una mujer difícil". Fue todo un descubrimiento. Me gustó, pero me ha gustado más "El mundo según Garp". Los personajes que dibuja son extraordinarios. Me recuerdan en cierto modo a los de Woody Allen.
"Ultima noche en Twister River" no la he leído, pero me fío de tu criterio de gran lectora, y este verano va a ser una de mis lecturas.
Un abrazo
Veo que empezamos a leerle con la misma novela. Es muy buena. Hay también una película, pero el guión no es suyo y, aunque no está mal, no tiene nada que comparar.
EliminarPor cierto, es Twisted, no Twister. Me lié.
Un beso.
Efectivamente, comenzamos por la misma novela, aunque me sacas unos cuantos kilómetros (de renglones) de distancia, porque solamente he leído dos de Irving. De las adaptaciones al cine sólo he visto "Las normas de la casa de la sidra", y me gustó, pero no puedo comparar porque no he leído el libro.
EliminarYo tampoco había caído en el detalle. Tiene más sentido el río sinuoso (o retorcido como dice el traductor de google) que el río tornado, aunque apuesto a que en Estados Unido hay algún río con ese nombre.
Tomo nota de la corrección.
Un beso.