Tenía una
profesora de literatura en el instituto que decía que el teatro no había que
leerlo sino verlo representado sobre un escenario. Y creo que tenía razón. Pero
yo nunca le hice demasiado caso, y siempre me ha gustado leer teatro. Últimamente
he leído varias obras, pero la que más me ha impresionado es La vida es sueño de Calderón de la Barca. Ya sé que tiene delito no haberla leído hasta
ahora…
El personaje
principal es Segismundo, un héroe cercano,
familiar, que blasfema y se rebela contra la injusticia. En torno a él gira
toda la obra. Él es quien pronuncia los célebres y maravillosos versos que le dan
título:
«Yo sueño que
estoy aquí
destas prisiones
cargado,
y soñé que en
otro estado
más lisonjero me
vi.
¿Qué es la vida?:
un frenesí.
¿Qué es la vida?:
una ilusión,
una sombra, una
ficción;
y el mayor bien
es pequeño,
que toda la vida
es sueño,
y los sueños,
sueños son» .
Otros personajes
son Basilio, rey de Polonia y padre
de Segismundo, quien, por una superstición, encierra a su hijo después de nacer
en una torre alejada del mundo. Pasado el tiempo decide dejarlo en libertad
para comprobar si se equivocó al hacerlo. Esta escena es clave en el desarrollo
de la obra. También aparece Rosaura,
primera mujer con quien se encuentra Segismundo. Rosaura se dirige al palacio
de Basilio para vengar el agravio de Astolfo,
sobrino de Basilio y heredero de Polonia, quien tras pedirla en matrimonio
decide casarse con Estrella, también
sobrina de Basilio, y juntos gobernar el Reino de Polonia a la muerte del rey.
Otros personajes que aparecen son Clarín,
servidor de Rosaura, y Clotaldo,
noble fiel servidor del rey y padre secreto de Rosaura que es el encargado de
educar a Segismundo en la torre.
La obra comienza
con Rosaura a caballo en lo alto de un monte. Poco después se encuentra en el
exterior de una torre situada en medio de la naturaleza, lejos del mundo
habitado. A ella se acerca Rosaura, en hábito de hombre, junto a su
acompañante, Clarín, con quien conversa. El siguiente espacio que aparece es el
interior de la torre donde está encerrado Segismundo desde su nacimiento por
orden de su padre Basilio, rey de Polonia. El carácter simbólico de la torre es
evidente. En primer lugar simboliza la falta de libertad, por ser una prisión
para Segismundo. En segundo, simboliza la ignorancia, pues aunque Segismundo ha
sido instruido a través de su ayo en el estudio de la cultura y la ciencia, no
ha tenido nunca contacto con el mundo real y vive en el desconocimiento de su
verdadera identidad como hijo del rey. Podríamos relacionar esta torre con el mito de la caverna de Platón por la ignorancia del mundo a que
está sometido Segismundo. La torre sería por tanto un espacio que simboliza la
barbarie, la ceguera, la oscuridad.
El otro espacio
que aparece en la obra es el la corte, es decir, el Palacio del rey Basilio, que
simboliza todo lo contrario: la libertad, el conocimiento y el poder, que le
fue arrebatado a Segismundo como heredero por el padre nada más nacer por los
malos augurios que el rey vio en las estrellas. En contraposición a la torre que representa la
barbarie y la oscuridad, el palacio representaría la luz y la civilización a la
que finalmente llegará Segismundo.
La vida es sueño es un verdadero tratado filosófico. El tema del
amor se convierte en el eje de la organización de la obra. Otros temas que
aparecen son la concepción de la vida como sueño, la fuerza del libre albedrío
sobre el destino, la importancia de la educación o el vencimiento de uno mismo.
Las mujeres juegan
un papel fundamental. Rosaura y Estrella son copias que representan la idea de
mujer. Ambos nombres aluden a la luz, al amanecer, frente a la oscuridad en la
que habita Segismundo, de hecho son ellas quien ayudan a que salga de su
estado. Basilio había fracasado como padre por dejarse llevar por los astros, y
Rosaura y Estrella son las que le dan el afecto que el padre no le había sabido
dar. La obra expresa el paso de las sombras y la confusión al conocimiento.
La vida es sueño tuvo gran repercusión en Europa, sobre todo en
Alemania, donde Postel adaptó la
obra de Calderón en vida de éste. Durante el siglo XVIII, y a pesar del
neoclasicismo reinante, se siguió adaptando. Incluso Voltaire ensalzó las cualidades artísticas y los valores didácticos del autor y pese a
la incomprensión y el rechazo que desde España se hizo (Moratín, por ejemplo), siguió siendo aceptada y aplaudida por un
público ajeno a normas y deseoso de ver sentimientos en la escena.
Pero sobre todo La vida es sueño tuvo una gran
trascendencia durante el Romanticismo, influyendo autores como Goethe, Shelley o Victor Hugo,
quienes abanderaron la rehabilitación de Calderón y lo tuvieron como el mejor
ejemplo romántico. Hasta Schopenhauer
tomó a Calderón para proyectar su filosofía y consideró los versos de
Segismundo fundamentales para expresar la angustia del hombre contemporáneo.
Por último, cabe destacar a Unamuno
quien afirmó que en La vida es sueño
«hay toda una verdadera filosofía y una profunda religión».
Programa: La mitad invisible: La vida es sueño. Documental emitido en La 2 el 17 de diciembre de 2011.
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