martes, 12 de abril de 2022

"Hamnet", de Maggie O'Farrell



Una de las expresiones que menos me gustan es “fruncir el ceño”. No sé por qué, pero es una expresión que me produce cierto rechazo. Cuando en una novela sus personajes fruncen continuamente el ceño me llega un inexplicable malestar, un signo de que la novela no va por buen camino. Tengo la sensación de que esta expresión se utiliza más en las novelas anglosajonas porque no me imagino —tal vez me equivoque— a ninguno de los personajes de Cien años de soledad “frunciendo el ceño”. A lo que vamos. En Hamnet de Maggie O’Farrell se frunce demasiado el ceño. Más de diez veces, las suficientes para que la mandara al banquillo. Sin embargo, la novela es tan buena que no me ha quedado otra que tragarme de vez en cuando la dichosa expresión, abducido por una historia tan original y tan bien narrada. 

La originalidad estriba en que la novela gira en torno a la figura de William Shakespeare sin que su nombre aparezca en todo el relato. Su figura se muestra como el preceptor de latín, el hijo, el marido o el padre. En realidad la novela se centra en la vida de su esposa, Anne Hathaway, Agnes en la novela. La autora, con gran maestría, ofrece diferentes puntos de vista con un narrador omnisciente que se acerca y se aleja del relato con suma delicadeza y que demuestra una gran empatía con todos los personajes que aparecen, sobre todo las mujeres, quienes tienen un papel fundamental en la novela. 

Agnes, la gran protagonista, es una mujer fuerte que se sale de la norma. Es una mujer libre, con carácter, que sabe interpretar la realidad e intuir los acontecimientos, con conocimientos de botánica y de medicina. En esta época, finales del siglo XVI, a una mujer de estas características se la teme como a una bruja, pero también se la respeta y se acude en su ayuda en momentos de necesidad. Ella conoce al preceptor de latín, varios años menor que él, se enamoran y, contra el parecer de sus familias, logran casarse. Viven en Stratford, en la casa de los padres de él, y tienen tres hijos: Susana, Judith y Hamnet. Agnes, que intuye la angustia creativa de su marido, lo empuja a que se marche a Londres. El argumento de la novela gira en torno al fallecimiento del pequeño Hamnet y a cómo esta pérdida inspirará al padre para escribir una de sus obras más conocidas. Escribe F. E Halliday en su clásica biografía sobre Shakespeare que «la muerte de Hamnet había afectado profundamente a Shakespeare, tanto al hombre como al artista». Sin embargo, él se marchó rápidamente a Londres a seguir con su trabajo y ella es la que se quedó en casa, sola con su insoportable dolor. Cuatro año después Agnes ve, incrédula, el nombre de su hijo en una de las obras de su marido. 

Hamnet es una novela con analepsis constantes, es decir, con continuos saltos cronológicos que la hacen más dinámica, más cinematográfica. Imagino que no tardaremos en verla en la gran pantalla porque la figura de Shakespeare, el innominado, sigue siendo enorme cuatrocientos años después. Maggie O’Farrell nos está diciendo que no conoceríamos el nombre de Shakespeare de no haber sido por Agnes, reconociendo de esta manera el papel de las mujeres en la historia, situado tradicionalmente como objeto del deseo que empuja las acciones de los hombres y nunca como sujeto protagonista de su vida. 

No hace falta haber leído Hamlet, ni saber sobre la vida de Shakespeare para leer esta novela. Seguiría siendo buena si no supiéramos quien está detrás de Agnes, pero, sin duda, gana enteros cuando sabemos que detrás está nada menos que William Shakespeare. No era fácil el reto para Maggie O’Farrell y lo supera con creces con esta novela que llena los huecos de esta figura universal, que nos lleva hasta su intrahistoria, hasta los márgenes de su vida, de las vidas que la hicieron posible y que, sin duda, hicieron posible que fuera quien fue. 

Maggie O’Farrell, gran descubrimiento. 


Traducción de Concha Cardeñoso




2 comentarios:

  1. Tengo esta novela pendiente desde que se publicó.
    Con esta autora me pasa algo curioso. He leído como tres novelas suyas. las leo muy a gusto, me enganchan... pero en todas termino viendo algo que no me convence, algún recurso fácil, algo forzado, un giro sorprendente e innecesario. Siempre digo en mis reseñas que no termino de saber a qué carta quedarme con ella y la sigo leyendo para ver si me decido. Tal vez esta sea la novela que me saque de mis dudas, pero me da pereza meterme con una historia ambientada en el siglo XVI.
    Un beso.

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    1. Hola Rosa, pues yo quiero seguir el camino contrario y leer más de esta autora así que buscaré tus reseñas para ver por cuál me decido. Aunque "Hamnet" está ambientada en el siglo XVI no creo que se trate de una novela histórica al uso. Aunque por otro lado, tengo la sensación de haber aprendido mucho de la vida de Shakespeare, y eso que ni lo menciona.
      Un beso.

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