«—Una cosa más—dijo
Beatty—. Por lo menos, una vez en su carrera siente esa comezón. Empieza a
preguntarse qué dicen los libros. Oh,
hay que aplacar esa comezón, ¿eh? Bueno,
Montag, puedes creerme, he tenido que leer algunos libros en mi juventud, para
saber de qué trataban. Y los libros no dicen nada. Nada que pueda enseñarse o creerse. Hablan de gente que no
existe, de entes imaginarios, si se trata de novelas. Y si no lo son, aún peor:
un profesor que llama idiota a otro, un filósofo que critica al de más allá. Y
todos arman jaleo, apagan las estrellas y extinguen el sol. Uno acaba por
perderse».
Llevo más de dos
meses con el blog en el limbo, pensando qué hacer con él, si enviarlo al
cementerio de los blogs olvidados o darle una segunda oportunidad.
Aunque parezca
extraño, en vista del total apagón bloguero desde finales de octubre, he comenzado
a bucear de manera más ortodoxa en las profundidades de la literatura. Y paradojas
de la existencia, tengo menos tiempo para leer libremente, lo que me lleva
justamente al punto en el que me encuentro. Al limbo.
Sin embargo, antes
de dar pantallazo final a El fuego de
Montag, y sabiendo que segundas partes nunca fueron buenas, he pensado
darle continuidad a partir de las notas sobre libros leídos a lo largo de
los últimos años. A éstas se
unirán aquellas procedentes de las profundidades que no desentonen demasiado.
No sé si será buena idea, pero siento que El
fuego de Montag todavía tiene cuerda, al menos para este año que acaba de
comenzar.
¡Feliz 2019!
Nota: Siguiendo a Pennac, queda reservado el derecho a no leer y a estar callado.
Se te echaba de menos, Juan Carlos. Me alegro de que finalmente no des carpetazo al blog. Me gusta leer tus reseñas y/o notas.
ResponderEliminarPor aquí nos seguiremos en este 2019 que te deseo muy feliz y provechoso en lecturas.
Paradojas de la existencia, como tú dices, yo cuanto más me dedico al blog, más leo. No sé cómo lo hago, pero así es.
Un beso.
Hola Rosa. Lo cierto es que tras dos meses sin pasar por aquí me doy cuenta de que la blogosfera me aporta bastante.
EliminarY también me alegro mucho de que sigas al pie del cañón, disfrutando de la literatura y transmitiendo tu entusiasmo.
Felices lecturas para este año.
Un abrazo.
Me alegro de que te animes a seguir con el blog, es una pena que se pierdan los interesantes. Feliz año lector.
ResponderEliminarHola Ana, gracias por subir la moral, y sobre todo por seguir ahí.
EliminarBlogs como el tuyo son los que animan a seguir escribiendo sobre lo que más nos gusta.
Feliz año lector para ti también.
Un abrazo.
Me encuentro en una tesitura similar, amigo Juan Carlos. Mantener el blog y todo lo que implica es laborioso y el impulso inicial se agota con el tiempo, imagino que es normal. Como dices, tener esta ventana abierta nos ayuda como lectores: nunca he leído tanto y tan bueno desde que estoy en la blogosfera. Y eso que, quizá, tengo menos tiempo libre que nunca. Paradojas.
ResponderEliminarMe parece buena idea recuperar antiguas anotaciones, si no recuerdo mal ya lo has hecho otras veces y funciona. Te animo a que sigas.
Un abrazo y feliz 2019.
La verdad es que me da pena echar el cierre después de tanto tiempo. No sé lo que me encontraré en las notas de los diarios porque no suelo releer lo que escribo. Veremos lo que sale de ahí. No sé si el experimento llegará muy lejos. El tiempo dirá.
EliminarEspero que la Llanura siga formando parte de nuestro paisaje bloguero.
Un abrazo Gerardo.