domingo, 5 de noviembre de 2017

Ciclo perfiles: Enrique Vila-Matas. Episodio II



Tras varios intentos de sintetizar la conferencia de Fernando Castro Flórez me doy por vencido. La suya es una de esas conferencias a las que hay que ir. Apunta Miguel Ángel Hernández en su blog "No (ha) lugar", que Castro Flórez llevaba preparadas 72 páginas escritas y 215 imágenes, de modo que no es de extrañar que la conferencia durase dos horas largas, que se me fueron en un abrir y cerrar de ojos.  En ningún momento tuve la sensación de que bajara el nivel de intensidad, en un torrente de palabras que abarcó la obra de Enrique Vila-Matas desde diferentes lugares: los viajes, el cine, la filosofía, el arte y por supuesto, la literatura. La conferencia fue tan intensa que tan solo pude tomar algunas notas mal tomadas y hacer algunas fotografías mal hechas.

Ante la imposibilidad de darle forma a esta conferencia (imprescindible para cualquier vilamatiano que se precie), voy a transcribir esas notas mal tomadas que no se acercan, ni de lejos, a lo que allí se dijo. A esas notas voy a añadir algunas de esas fotografías que pude hacer, en las que aparecen algunas de las imágenes con las que el ponente ilustró la charla.

Fernando Castro Flórez, filósofo y crítico de arte, profesor de Teoría del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid, comienza la conferencia titulada “A Murcia se va por ir [Cosas que aprendí de Chet Baker gracias a Vila-Matas]”. Habla de El mal de Montano, su obra favorita (también la mía), pues de ahí sale el título de la conferencia (“A Pico de va por ir”); habla de la obsesión de Vila-Matas por las conferencias dentro (y fuera) de su obra; de Roland Barthes y su ensayo ¿Por dónde empezar?; de Viaggio in Italia (en España se tituló Te querré siempre) de Roberto Rosellini, que le enseñó a Vila Matas a que podía empezar por cualquier parte. Habla Castro Flórez de El Halcón Maltés como ejemplo de Mcguffin (elemento de suspenso que hace que los personajes avancen en la trama, pero que no tiene mayor relevancia en la trama en sí);  de la primera vez que Vila-Matas habló en público, en una proyección-coloquio de la adaptación cinematográfica que hizo  Orson Welles de El proceso de Kafka ( “este coloquio debe de terminar”).  Habla sobre los viajes a las Azores, lugar recurrente en la obra de Vila Matas, (y del Peter's bar) ; de Theodor Adorno para quien el arte es un mensaje en una botella; de El conformista de Bertolucci y de que el escritor ha de ser un inconformista; de Walter Benjamin y su influencia en la literatura portátil de Vila-Matas. Habla sobre el escritor maldito que quería ser Vila Matas, y de que su sueño se cumplió un día en París, cuando lo confundieron  con el terrorista Carlos “El Chacal” y lo llevaron a la comisaría; de las Cartas de guerra de Jaques Vaché, obra primordial para Vila-Matas; del Shandy y el arte de la insolencia,  de Laurence Sterne y Vida y opiniones de Tristram Shandy, obra cumbre de la literatura para Vila- Matas; de Julien Gracq y El mar de las Sirtes; de las Crónicas de Bustos Domecq de Borges y Bioy Casares. Habla de la relación entre la artista Sophie Calle y Vila-Matas y del relato "Porque ella no me lo pidió”, recogido en Exploradores del abismo (al día siguiente el propio Vila- Matas hablaría de este asunto en su conferencia), de Las vidas imaginarias de Marcel Schwob; de Godard, que lo era todo para todos en los años 60, de Vargas Llosa y su crítica a la vanguardia (“gracias a Vila-Matas ya no abro un libro suyo”). Habla de Chet Baker, incluso silba (y lo hace bien) un tema suyo.

Habla de todo esto y de mil cosas más, en una conferencia que es como tomar una cápsula concentrada de la literatura de Vila-Matas. Para quitarse el sombrero. Cierra la conferencia citando las últimas palabras de Miguel de Cervantes, publicadas en la dedicatoria de su obra póstuma Los trabajos de Perfiles y Sigismunda:
“Puesto ya el pie en el estribo, con las ansias de la muerte, gran señor, ésta te escribo.
Ayer me dieron la extremaunción y hoy escribo ésta; el tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir.  (¡Adiós, gracias; adiós, donaires; adiós, regocijados amigos! Que yo me voy muriendo y deseando veros presto contentos en la otra vida)”.


Aplausos de los asistentes. La conferencia ha sido impresionante, de mucho nivel. Vila Matas sale a la palestra para agradecer las palabras de Miguel Ángel Hernández y de Fernando Castro Flórez. Anuncia que mañana leerá su conferencia titulada “Teatro de variedades”
Fin de la jornada.


















2 comentarios:

  1. Apoteósica conferencia, yo también quiero escribir sobre ella, pues también tomé notas.

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    1. Sí que lo fue. Estaré pendiente de tu publicación.
      Un saludo.

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